Cuando las personas ingresan en los hospitales, quieren recibir un tratamiento adecuado (y sentirse seguras). Por ello, el personal quirúrgico del hospital debe utilizar herramientas y elementos impecables durante las cirugías. Una esponja quirúrgica es un instrumento quirúrgico que se utiliza habitualmente en las operaciones. En este artículo se analiza la importancia de la limpieza de las esponjas quirúrgicas, las instrucciones paso a paso para su limpieza y las posibles consecuencias de no hacerlo.
Las esponjas quirúrgicas son trapos suaves que se fabrican para absorber sangre y otros fluidos durante los procedimientos quirúrgicos. Los médicos, enfermeras y otro personal médico las utilizan para mantener limpia y seca la zona de la cirugía. Mantener una zona limpia facilita que los médicos puedan ver y realizar su trabajo de forma más eficaz. Pero si las esponjas no se limpian correctamente cuando terminan de usarse, suponen un riesgo de infección para los pacientes. Las infecciones pueden provocar enfermedades graves y también pueden contribuir a problemas de salud graves. Sin embargo, como explica Cheercare, esas esponjas quirúrgicas gigantes por las que era tan conocido, la desinfección de las esponjas es extremadamente importante para prevenir infecciones y mantener a salvo al paciente.
El primer paso después de una cirugía es dejar correr agua sobre las esponjas. Esto ayuda a eliminar la sangre, la suciedad u otros líquidos que puedan quedar en ellas. El proceso de enjuague es muy importante, ya que sienta las bases para las tareas de limpieza.
Después de enjuagar, busque un recipiente con agua tibia y jabón especial para limpiar instrumentos quirúrgicos y coloque las esponjas en él. Cheercare recomienda usar jabón diseñado específicamente para instrumentos quirúrgicos, ya que es el que mejor funciona. Deje las esponjas en esta solución durante un mínimo de 15 minutos. Este tiempo garantiza que se eliminen toda la suciedad y los gérmenes.
Después de remojar las esponjas, se deben frotar suavemente con un cepillo suave. Este frotado ayuda a eliminar la suciedad o la sangre residual de las esponjas. Asegúrese de sumergir el cepillo en el jabón especial antes de comenzar a frotar; esto ayudará a limpiar las esponjas aún más.
Una vez que hayas restregado las esponjas, asegúrate de enjuagarlas nuevamente con agua corriente para eliminar el jabón y la suciedad restante. Luego, enjuágalas y déjalas secar por completo. También es muy importante no usar ninguna fuente de calor, como una secadora o un calentador, para secarlas, ya que el calor puede dañarlas y hacer que no sean seguras para usar.
Las esponjas quirúrgicas pueden provocar infecciones graves en el paciente si no se limpian correctamente. Las infecciones pueden causar complicaciones de salud adicionales y prolongar la estancia hospitalaria del paciente mucho más de lo necesario. Las infecciones también pueden volverse bastante graves y crear complicaciones de salud aún más graves o situaciones potencialmente mortales, aunque estos casos son poco frecuentes. Por eso es extremadamente importante que los médicos, enfermeras y otros trabajadores sanitarios limpien correctamente las esponjas quirúrgicas.